viernes, 4 de junio de 2010

Interdimensionalidad o el sentido práctico de la explicación más divertida

- Hace un par de días me ocurrió una cosa muy extraña.
- Dime.
- Acababa de llegar a casa. Cansado. Estaba anocheciendo y me puse a recoger un poco la ropa, me iba moviendo de un lado a otro y notaba como si mi cerebro se fuera saturando y todo estuviera pasando como a cámara rápida, pero yo estuviera a velocidad normal. Me sentía cada vez peor... más mareado y perdido y confuso y entonces, cuando parecía que no podría aguantarlo...
- ¿Qué?
- La sensación desapareció. De repente. No se fué de forma gradual, sino... así... como si nunca hubiera estado.
- ¿Y eso quiere decir?
- No sé, pero tengo la sensación de que he viajado a otra dimensión.
-...
- En serio, tengo la sensación de que he viajado a un universo paralelo, a otra dimensión y que por eso me sentía de esa forma.
- Venga ya.
- En serio, creo que soy otro Jorge que ha suplantado al Jorge de tu dimensión.
- Supongo que no puedes pensar que tu cerebro sencillamente se reajustó... no sé, algo con su química. O que estabas cansado y tenso y, mira, te relajaste de repente. No, tienes que pensar que te has movido de dimensión.
- Es que tengo la sensación de que es así. Fue muy extraño. Como si acabara de llegar a un sitio. Llevo un par de días buscando variantes.
- ¿Variantes?
- Sí, algo que confime que he viajado a otra dimensión, muy parecida a ésta, pero diferente en todos los sentidos.
- ¿Por ejemplo?
- No sé... que el presidente sea otro, que aún exista la Unión Sovietica, que las personas se reproduzcan por huevos, que no se extinguieran los dinosaurios...
- Creo que me habría dado cuenta de todo eso.
- No, porque para ti sería normal. Sería tu dimensión. Es como si me dijeras que llueven franceses. Para mí sería raro, pero para ti sería normal salir a la calle y que empezaran a caer franceses del cielo y se estrellaran contra el suelo. La gente estaría preparada para esa eventualidad climática. Dirían, otra vez llueven franceses, estúpido fenómeno metereológico... pues vaya, anda, saca el paragüas especial para cuando llueven franceses... no sé... ¿me entiendes?
- Ya, como lo de los zombis.
- ¿Qué zombis?
- Joder, Jorge, lo de los zombis.
- ¿El qué?
- Los zombis. La invasión. Joder...
- ¿Me estás diciendo que hay una invasión zombi?
- Controlada... un día empezaron a levantarse los muertos y eso, pero con la calma. Se levantan poco a poco y nos lo cargamos poco a poco... eso sí, de vez en cuando pues hay una plaga y los vecinos tenemos que salir con palas y hachas...
- ¡Joder! ¿En qué dimensión he caído?
- Es broma, Jorge. ¿Pero lo dices en serio eso de viajar a otra dimensión o universon alternativo?
- Sí.
- ¡Venga ya!
- ¿Y sabes qué? Tengo la prueba definitiva.
- ¿Ah sí?
- Sí, y no me refiero a faltas de ortografía en un cartel electoral. No, algo contundente y definitivo.
-¿...?
- Los libros.
- ¿Qué libros?
- Los libros. Mira la foto.


- ¿Lo ves?
- ¿El qué?
- Nunca ordeno los libros así.
- Nunca ordenas los libros. Los amontonas.
- Lo que quiero decir es que siempre pongo la saga de Martin junta, nunca separada separada. Primeros los de Lauren K. Hamilton, luego el de Tim Powers y luego los de George R.R. Martin. Mira. Así.


- Ya.
- ¿Lo ves? Es la prueba definitiva de que he viajado a otra dimensión.
- Ajá... Y no podría ser, no sé digo yo, que sin querer cuando estaba la otra mañana ordenando los libros, sin querer digo, desordenara esa estanteria.
- Ya... es posible, pero como explicación es demasiado...
- ¿Lógica?
- Sí, quiero decir... es demasiado fácil y poco...
- ¿Divertida?
- Sí.
- Ya te voy conociendo.
- Es que... ¿por qué no puede ser? Cuando pasan cosas extrañas a nuestro alreredor o inexplicables siempre tendemos a darle una explicación que sea lógica, que tenga sentido, que sea coherente... pero es más divertido buscar otras explicaciones. Eso hace que la vida sea más divertida.
- Ya... como que las piramides las construyeron los extraterrestes, que la gravedad no existe, que en las cloacas de nuestras ciudades vive una civilización de hombres rata ucranianos, que Igualada la fundó Ramsés II, o que puedes viajar en el tiempo.
- Es que puedo viajar en el tiempo.
- Ya... viajar en el tiempo... No solo te mueves entre dimensiones, sino que además viajas en el tiempo.
- Exacto. Y puedo demostrarlo.
- ¿A sí?
- Sí. Mira la entrada de este blog de 16 de noviembre de 2008.

Damos un tiempo para visitar esa entrada.

- ¿Qué te ha parecido?
-...
- Estás sin palabras, ¿verdad? Normal. Ya lo ves. Me dejé un mensaje del futuro.
- Lo has escrito tú.
- Sí, pero era otro tú. En el año 2008 no pude escribirlo porque estaba en Cuba. Pero un Jorge del futuro entró en casa y me dejó esa nota en el blog. Un Jorge de otro momento temporal. Eso demuestra que sí puedo viajar en el tiempo, por tanto, puedo viajar entre dimensiones.
- ¿Tú no te aburres nunca, verdad?
- No. ¿Por qué lo dices?
- Es que estoy fiplando. Lo que has montado en un momento... ¿de verdad crees todo eso?
- ¿Y por qué no? Ya sabes que soy pesimista y descreído con la raza humana y con el mundo y con todo. Pero como es lo que tenemos, mejor lo pasamos bien, ¿no? No agobiarnos, no pensar demasiado, disfrutando los momentos, haciendo bien el trabajo, estando con los amigos, amando, leyendo, el cine, la música, los dibujitos, los libros y todo eso. Pero si además adornamos la vida con un poco con risas, efectos especiales, monstruos, viajes en el tiempo, portales dimensionales, macizorras, malos muy malos, teorías demenciales, dragones, paradojas temporales y humor absurdo, pues mejor, ¿no? El mundo y la vida seguirán siendo absurdos, pero serán nuestros absurdos. Es lo que se resume en el ya clásico dicho "vive la vida como lo que es, una tontá. Una vez aceptado esto, empieza a pasarlo bien."
- Lo dicho, estoy flipando.
- Es que nunca hay que perder de vista una perspectiva lúdica de la vida.
- Entendido... anda, buenas noches.
- Buenas noches. Oye...
- ¿Sí?
- Lo de los zombis...
- Tranquilo, era broma... pero si se diera el caso, yo te protejeré.
- Gracias.
- Buenas noches, y que tengas felices viajes temporales.

Y se durmieron sin darse cuenta que alguien los observaba desde la ventana...


... y que sus vidas corrían serio peligro.

Pero esto pertenece a un blog escrito en otra dimensión.

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