jueves, 16 de diciembre de 2010

De ciertas cosas mejor no hablar.

Me contaba A. hace un par de días una de esas historias reales que ponen los pelos como escarpias y que hacen que lance un par de carcajadas aunque su transfondo sea de mucho miedo. Resulta que le contaron a A. que una madre estaba en plenos días de la regla. Su hija pequeña la sorprendió un día en el lavabo y angustiada le preguntó por qué tenía sangre en las bragas y por qué le salía sangre de la vagina (pongo vagina porque es una palabra más neutral que todo el mundo entiende; dudo mucho que una niña pequeña diga vagina sino que se le nombraría por el cariñotivo que toda familia tiene para los genitales: almejita, petxina, pepe, chochete, conchita, etc). La respuesta de la madre fue:

- No te preocupes, cariño, mamá se ha caído encima de un cuchillo.

Toma ya.

Un cuchillo.

Supongo que es más fácil aceptar que tu madre es torpe y se va cayendo encima de cuchillos abierta de piernas, que la naturaleza del ciclo menstrual. Porque esa niña si está atenta verá que su madre se cae encima de un cuchillo durante, por lo menos, tres días seguidos al mes.Y doce meses tiene un año. Y una vez es accidente. Dos, naturaleza humana. Pero treinta y seis veces... bueno, o tu madre ha batido un record mundial de personas torpes y absurdamente repetitivas, o esos accidentes no lo son tal y esa niña se verá escondiendo los cuchillos y objetos afilados de casa porque su mamá se cae.


¿Y qué pasará si un día mamá se cae de verdad encima de un cuchillo?
No pasa nada, cariño, a mamá se le está dando la vuelta la piel o tengo un virus carnivoro.

¿Por qué? ¿Por qué dar una explicación tan absurda a algo natural? Supongo que se debe a lo fuerte que aún está arraigado el tabú de la menstruación en nuestra sociedad (a pesar de anuncios de compresas que bailan) y a la idea de que a los niños hay que ocultarles verdades por su bien. Como la muerte, el amor, la tristeza, la soledad. Recuerdo que en último festival de titelles de Lleida al que fui, mantuve una pequeña discusión con otros dos miembros del jurado por una obra de teatro orientada a niños de tres a seis años donde se abordaban esos temas: la muerte, el amor, el miedo, la soledad, etc. Ellos invalidaron de entrada la obra de teatro no por sus cualidades artísticas (una obra simpática, pero justita), sino porque esos temas "no eran adecuados para niños pequeños". Como dijeron, hay cosas que los niños no deben saber. Supongo que  es absurdo hablar con los niños de cosas que están tan alejadas de su experiencia como la muerte y el amo. Porqué, seamos sinceros, ¿cuántos de nosotros se verán afectados por ese binonimo a lo lardo de su vida?

Otro tema es el sexo, claro. Librería. Días anteriores a los días anteriores a la locura de navidad. Una señora que busca una novela para un chico de quince años. Le enseño un par y pone una condición:
- Esta novela está muy bien.
- ¿Sale algo de sexo?
- Bueno... el chico se enamora.
- No, no, no. Búscame otra cosa, pero que no tenga nada de sexo o de drogas o cosas feas. Todavía es demasiado joven para que sepa de eso.
Señora, pensé, si tiene quince años hace ya unos cuantos que se la pela como un mono.

Al día siguiente, un abuelo.
- Nene, dame una novela para mi nieta.
- Sí, claro. ¿Qué edad tiene?
- Doce años.
- Pues, x.
- Oye, ¿no saldrá nada de cosas guarras de sexo ni de besos?
- Eeeee... no.
- Porque no quiero nada donde salgan besos o guarradas. Dame algo edificante, que aprenda algo, que sea de aventuras, pero que no salgan cosas sucias.

Y al día siguiente, una señora con el Diario del Greg en las manos.
- Perdona, ¿este libro está bien para un niño que va a hacer ahora trece años?
- Sí, perfecto.
- Pero no será como esos de la Carlota* y otros, ¿no?
- ¿Qué quiere decir?
- Bueno, que no salga... bueno... eso... ya sabes...
- ¿El qué?
- Pues eso... lo de los hombres y las mujeres... eso... pues... lo que sale en libros así un poco subidos... eso... bueno...
- ¿Sexo? ¿Drogas? ¿Relaciones sexuales? ¿Homosexualidad? ¿Condones? ¿Lesbianismo? ¿Sexo hasta las cejas de coca? ¿Sexo en grupo? ¿Bondage? ¿Sadomasoquismo? ¿Coprofagía? ¿Necrofilia? ¿Necrofilia en grupo? ¿Necrofilia en grupo con cuerdas y hasta las cejas de coca? ¿Tríos? ¿Cuartetos? ¿Voyerismo? ¿Trenecitos? ¿Aceite de coches? ¿Bestialismo? ¿Chistorras? ¿Fetichismo? ¿Dildos? ¿Dildos hasta las cejas de coca? ¿Porno duro? ¿Porno blandito? ¿Porno gelatinoso? ¿Disfraces? ¿El señor Spock? ¿Yogur? ¿Un canario? ¿Dos canarios? ¿Tres canarios y un vallisoletano? ¿Disfraces? ¿Tacones de aguja? ¿Discursos de aumento de sueldos? ¿Invitados sopresas? ¿Puertas que se abren y que se cierran? ¿Un mayordomo indiscreto? ¿Un mayordomo indiscreto hasta las cejas de coca? ¿Fontaneros? ¿Soldadores? ¿Camareras francesas? ¿Helados? ¿Piruletas? ¿Cuartos oscuros? ¿Un francés, un inglés y un español? ¿Un perro que se llama Mistetas? ¿Bolsas de plástico? ¿Congelados La sirena? ¿Nata? ¿Líquido de las lentillas? ¿Una morcilla y dos huevos fritos? ¿Frotamientos? ¿Palabras feas? ¿Cachetes? ¿Guantes de boxeo? ¿Estructuralismo? ¿El sol de California? ¿Osos de peluche? ¿Osos de peluches sadomasoquistas hasta arriba de coca? ¿Cuerpos desnudos de desconcidos? ¿Cuerpos desnudos de conocidos? ¿Palamaditas en la espalda? ¿Pam pam en el culete? ¿Has sido un niño malo? ¿Castígueme, profesora, he copiado en el exámen? ¿Azafatas, perdón, asistentes de vuelo? ¿Novelas de Jane Austen (felicidades en su doscientos treinta y cinco cumpleaños, por cierto)? ¿Serpientes? ¿Cava en zapatos de noche? ¿Calimocho en camperas? ¿Baile erótico? ¿Una stripper? ¿Una despedida de soltero que acaba con el novio en Tijuana? ¿Juegos extraños con un mulo? ¿Secretos que se descubren? ¿Darth Vader? ¿Sexo?
- Sí.
- No, esta novela no tiene nada de eso, tranquila.

¿Por qué preguntan por el sexo y no por si en esa novela sale un asesino (no sexual) que se dedica a rebanar cuellos? ¿O si es una novela belica donde hay un despliege de extremidades cada dos o tres páginas? ¿O si la tesis final de la historia es que los superhombres blancos dominarán la tierra? Tranquilos, ya me sé la respuesta.

Es el sexo.

Por suerte no todos los progenitores son así y hablan con sus hijos y quitan miedo a las niñas sobre la regla y si en una película salen besos o pechos no dicen eso de "nene, cierra los ojos". Y siempre hay un amigo con acceso ilimitado a revistas, películas y webs donde salen hombres y mujeres, hombres y hombres, mujeres y mujeres que se aman, se frotan, se sudan, se ensucian y se lo pasan bien

* Para quién no lo sepa. Carlota es el personaje principal de una serie de novelas de la escritora Gemma Lienas donde aborda con desenfado, gracia, documentación y sensibilidad temas como el sexo, las drogas, el feminismo o los malos tratos. Son muy conocidos sus Diarios de colores.

2 comentarios:

Bellota dijo...

Eso es. No pasa nada por ver niños muriendo de hambre como consecuencia de una guerra, pero vemos un culo a las 10 de la noche y se arma la de dios.

Es muy triste si lo piensas en frío.

Jorge dijo...

Y pensado en caliente, también. Y me resulta curiosa la insistencia de proteger a los niños de lo más natural y más importante que se encontrarán en su vida como son el sexo y la muerte. ¿Por qué se hace esto?