jueves, 3 de noviembre de 2011

Y empezó noviembre y el librero se aburre

Empieza noviembre. La temporada de texto se da por finiquitada pese a los flecos que quedan sueltos, los rezagados, despistados, abúlicos, aburridos y exigentes que piden que el encargo que no hicieron ayer esté hoy aquí. Empiezan las visitas de los representantes para preparar la campaña de navidad y sin muchas ganas se van haciendo pedidos mientras los minutos languidecen y los libreros desencajan la mandíbula por el aburrimiento. Porque una vez acabado el texto y sus devoluciones (solo un 12% de todo lo comprado lo cual significa que si te pasas, te lo comes) lo único que queda en la librería es silencio y días que languidecen entre la llegada masiva de novedades que uno no recuerda que ha pedido, encargos de los clientes habituales y horas de... nada. Noviembre, junto con mayo, es un mes cruel donde pasa poca gente por la tienda. Los clientes esperan la llegada de la navidad y el librero tiene que dedicarse a otros menesteres.



Vamos, que nos aburrimos. Sí, después de tanta queja por la gente, ahora hay quejas porque no hay gente. Pero la naturaleza paradójica, contradictoria y quejica del vendedor de libros es así. Y no es que falte trabajo, pero después del subidón de mala hostia que proporciona el texto, la tranquilidad de noviembre es bálsamo... pero también uno se acaba aburriendo. Y empiezan las ideas raras y cuando el librero se aburre, pues tiene que entretenerse.

- Perdona, ¿tienes La cúpula de Stephen King?
- Sí, ¿en edición grande o en bolsillo?
- ¿Cuál es la diferencia?
- El precio y el tamaño.
- ¿Alguna más?
- No.
- ¿Seguro?
- Bueno, sí. Al ser más pequeño y más barato el editor no puede poner lo mismo que en la edición en grande.
- ¿Hace una adaptación?
- No. En la edición en bolsillo se ahorran palabras. No se puede dar lo mismo por diez euros que a los que han pagado casi treinta. Así que en la ediciones en bolsillo se tiende quitar una palabra de cada cuatro.
- ¿A sí?
- Sí. Mira, te lo enseño. La cúpula en su edición en tapa dura. Te leo el principio.

A dos mil pies de altura, donde Claudette Sanders disfrutaba de su clase de vuelo, la pequeña localidad de Chester's Mill relucía bajo la luz de la mañana como algo recién hecho y servido.

Y lo mismo en la edición de bolsillo

A dos mil de altura, donde Claudette disfrutaba de su de vuelo, la pequeña de Chester's Mill bajo la luz la mañana como recién hecho y.

Por el contexto se pilla.
- Vaya, no lo sabía.
- Sí, pero no es algo que hayamos inventado nosotros. Esto se hace desde que se inventó el libro de bolsillo. Allá por los años del Conde de Richelieu, Madame de Stael y Atila.
- Cuesta de seguir. ¿No se podría hacer una adaptación?
- Por contexto se entiende y es más barato recortar que adaptar. Mira lo que pasa con Paradiso de José Lezama Lima.

La mano de Baldovina separó los tules de la entrada del mosquitero, hurgó apretando suavemente como si fuera una esponja y no un niño de cinco años;

La mano de separó los tules la entrada del, hurgó apretando suavemente si fuera una y no un de cinco años.

- Pues casi que me llevo el de tapa dura...
- Como quiera. ¿Se lo envuelvo para regalo?

También buscamos conversación por cualquier cosa, nos peleamos por entrar las cajas de libros que llegan, cambiamos de sitio los libros infantiles para volver tarumbas a los niños. Todo esperando que llegue la temporada de navidad para quejarnos de la gente por venir todos a última hora y no dejarnos tranquilos para nuestra recreación histórica de la batalla de Hoth, una épica batalla donde la Resistencia rebelde sufrió un duro golpe, pero que conformó los destinos de aquellos que en un futuro cercano derrotarían al malvado Imperio.



 Es que el librero aburrido lo carga el diablo.

5 comentarios:

NANUK dijo...

Pues ya podrías comenzar tus "planes" de dominio del mundo, porqué a este paso no llegas ni a "Amo del mano de la tele". Upps, es verdad: en vuestra casa-cuartel no teneis TV!!!
Bueno, sea lo que sea, tu mucha boquita de planes maléficos y después...

Sí, yo, el Capitán Chistorra

Jorge dijo...

¡Pero tú te crees que con lo que llueve uno se pone a conquistar el mundo! ¡No veas como se me han puesto los zapatos! ¡Y el presupuesto que se necesita! Es los superhéroes lo tenéis fácil que con una capa y una malla ya lo tenéis todo. Nosotros tenemos que poner la máquina, el ejercito, los secuaces, los dobles agentes, la guarida, el arma mortal, pero lenta de cojones... y todo esto vale sus dineros y su tiempo. Las prisas, las prisas.... que son muy malas.

Bellota dijo...

Pues que suerte. Yo he empezado la temporada alta. Y no es que sea un p*t* elfo de Papá Noel, ya sabes...

Jorge dijo...

El verdadero quid de la cuestión es... ¿quieres ser un p*t* elfo de Papá Noel? ¿Preferirías enfrentarte a esa temporada alta?

Por lo demás bien, el cielo no se nos ha caído encima... todavía.

Apatico 2005 dijo...

Si es que es lo que digo yo... que en este país hay mucho vago y maleante. ¡A producir coño! Que a ver quién va a levantar sino la patria.