miércoles, 4 de septiembre de 2013

Russell, Belmonte y Haendel

El sueño que tuve anoche.

Después de tener una fuerte discusión con el fantasma de mi abuela por no querer integrarse con los fantasmas de las otras abuelas que había en la playa, me voy casa y me pongo a trastear por youtube. De vídeo en vídeo acabo viendo un making-off de una película de Ken Russell

El señor Russell en 1971

que no conocía. No es raro porque tampoco soy un gran fan de la obra de Russell aunque tiene cositas interesantes y simpatizo con los provocadores. La película desconocida era uno de sus biopics excentricos, exhuberantes e irritantes. ¿Sobre quién? Sobre el torero Belmonte

También conocido como El Pasmo de Triana.

Me quedo fascinado con el making-off y la fuerza excéntrica de Ken Russell, pero lo que me pasma más y me deja anodadado ante la pantalla es que a Belmonte lo interpreta una actriz. Y no era Glenda Jackson, si no que para mi asombro era una adolescente A. Sí, mi A. trabajando en Inglaterra a las órdenes de Ken Russell e interpretando a Belmonte. Y el pasmo era mayor cuando veo que la escena en la que trabaja es una fantasía onírica en la que Belmonte se siente desplazado del mundo y hastiado del mundo de los toros se va a vivir con una familia de perros dálmatas convirtiéndose en un cachorro más

Mismamente como estos.

Todo aderezado con una cámara epiléptica y música de Haendel.

En concreto, esto.

Mientra alucinaba viendo a A. hablando con Ken Russell y Jeremy Irons, que interpretaba al apoderado, pintada como un dálmata con capote y montera, la A. que vive conmigo me pregunta qué estás viendo.
- ¡Te estoy viendo a ti en una película de Ken Russell!
- Ah, sí, qué gracia, ya no me acordaba de mi etapa como actriz juvenil en el cine inglés.
- ¿Por qué no me habías dicho nada?
- No sé, no me acordaba.  ¿Vamos a hacer la cena?

Y me desperté.

Y no, no recuerdo que cené, pero no fue algo pesado, ni denso, ni de mala digestión. Las cositas que tengo en la cabeza que me suelen formar sueños con trama, secundarios, banda sonora, subtítulos y ahora making-off. Hay momentos que me comería a besos a mi subconsciente.

2 comentarios:

A dijo...

Y luego te preguntas porqué no quiero que me cuentes tus sueños. Mi mente es demasiado simple para asimilarlo mi amor. ¿Vamos a hacer la cena?

Mara Oliver dijo...

:D qué genialoso eres en todos tus planos de subtús ;)